Zia, diciembre 2013.
Leo un post[1] linkado por Inmersiones que realiza un análisis de la situación político-económica de la actualidad. Subrayo las palabras dinero, tierra, cielo y muerte.
El texto viene a decir que el dinero actualmente no se corresponde con los bienes materiales que se pueden comprar en la tierra, ha pasado a conformar una especie de cielo donde se acumula, fruto de una especulación financiera que se automultiplica hasta el infinito. El mercado especulativo, en su pulsión de muerte, necesita destruir para alimentarse y seguir creciendo.
Dinero———————————-tierra——————————–cielo————————————muerte
Zia, noviembre 2013.
Inmersiones me comunica que me han seleccionado para una ponencia sobre anti dinero. Días antes había presentado el video que realicé a mi regreso de Beijing: Cuestión de Fe.
El video registra, en un primerísimo plano, la acción de quemar unas fotocopias de dibujos de “hell money” realizados por mí misma, “hell money” que representa al dinero real; que era, a su vez, una representación, actualmente perdida, del oro.
Este juego de representaciones se muestra de un modo sutil, en la forma de un ritual a través del cual el dinero se traspasa, mediante el proceso de combustión, al mundo de los muertos. Un acto que une religión y capital en un sacrificio modernizado y “democratizado”.
Beijing, junio-agosto 2013.
Si el dinero no es objeto, uno puede encargar una gran villa-casa de muñecas o una pantalla de plasma a partir de un catálogo de cientos de artículos para elegir. Pero como el dinero es un objeto, las adquisiciones más populares resultan ser fajos de billetes de “hell money” de altísimos valores resultado de una inflación extrema. [1]
Me encuentro que a los muertos les ofrecen, para la otra vida, representaciones simbólicas de todas las comodidades de esta vida: coches, mansiones, muebles, ropa de moda, menaje, dinero… Sobre todo dinero. Mucho dinero. El cielo debe de estar lleno de dinero. Llaman a este dinero mingbi o hell money.
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El hell money chino es dinero que se quema normalmente como ofrenda a aquellos seres queridos que han muerto y residen en el más allá. En la cultura china no hay cielo ni infierno, solo más allá. La palabra hell (Infierno) fue introducida en China por los misioneros cristianos que predicaban que los chinos no conversos irían al infierno al morir. Así, los chinos pensaron que “hell” era el equivalente inglés para el más allá y adoptaron la palabra. El término chino para más allá es Ming.
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Un amigo del novio regaló en una boda un sobre de dinero, según costumbre extendida ya en los últimos años de manera global. El sobre contenía un fajo de billetes de los cuales solo el primero y el último eran auténticos. El resto era fake hell money. El novio se enfadó. Quería dinero de este mundo.
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El hell money es un artículo muy vulgar, a menudo kitsch, barato, producto de masas y listo para usar, frente a las ofrendas de tiempos pasados, más exquisitas, elitistas y personalizadas. Esta democratización conlleva también, de este modo, una desacralización del rito: ya no hay un artefacto sagrado, se trata de un artículo comercializado en serie, de baja calidad y controlado por el gobierno.
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La policía requisó una partida de hell money y otros artículos ming, por estar contaminados.
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Está prohibida la edición de materiales de propaganda, publicaciones u otros productos con diseño reminbi (dinero) sin la aprobación del Banco Popular de China. El hell money era demasiado parecido a los billetes de curso actual. La policía los incautó.
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Es necesaria la autorización del Gobierno para la edición y venta de dinero falso. También de otros artículos ming bi, flores etc. para ritos funerarios. Se pueden amasar fortunas vendiendo estos artículos en determinados días. Existe una red de falsificación de dinero falso.
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Hablo con un chino sobre el dinero, su objetivo en la vida es ser rico, y tener mucho dinero, porque el dinero es la base de todo.
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Actualmente un billete no tiene una equiparación en oro, es un símbolo para una transacción pactada, basada en la creencia consensuada en el propio sistema financiero.
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Un comerciante de dinero falso (supongo que de falso dinero legal) se carcajea al contarme que los extranjeros occidentales comenzaron a adquirir las maquetas de casas ming bi. Para utilizarlas de Hucha. Otra vez el dinero. Me relata también que hay ming bi de casi todas las monedas fuertes (dólares, euros, libras…) excepto del yen japonés. Los chinos nunca comprarían dinero de Japón.
[1] Bárcena, Alfonso. (2012) ¿Cuánto es suficiente? Después de lo urgente lo necesario. En http://larazondesencantada.blogspot.com.es/2012/12/cuanto-es-suficiente-despues-de-lo.html
[2] Eddy, Michael (2011) Business is dead (betrayal). En http://www.homeshopbeijing.org/blog/?p=3091